Master franquicia de Tronwell pide su quiebra: apuntó a la crisis social y la pandemia
Langues Affairs SpA comenzó a operar en 2016, tras obtener un contrato indefinido para la explotación de la marca del reconocido instituto de idiomas.
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Langues Affairs SpA, representada por Sebastián Ruiz-Tagle y Felipe Garay, solicitó su liquidación voluntaria por cuanto, dijo, no cuenta con la liquidez necesaria para atender al pago de sus obligaciones. La sociedad comenzó a operar en 2016, tras obtener un contrato de master franquicia de carácter indefinido para la explotación de la marca del instituto de idiomas Tronwell.
La firma explicó que, desde sus inicios, entrega servicios de traducción e interpretación principalmente en el idioma inglés; explota la franquicia de la marca Tronwell con contratos de franquicias y entrega servicios de capacitación de cursos de inglés a la empresa Tronwell SpA.
Añadió que la modalidad de capacitación incluye el arriendo de sedes, contratación de personal académico, comercial y administración; la gestión de marketing y operación de sistemas académicos.
“Desde sus inicios en el año 2016, mantuvo un nivel de ventas que le permitió mantener la operación; sin embargo, se tuvo que hacer cargo de una serie de costos producto de juicios relacionados con la quiebra de la empresa Tronwell SA, quien explotaba anteriormente la franquicia de la marca Tronwell”, precisó.
Agregó que en 2019, la empresa comenzó a tener resultados positivos hasta septiembre. “El denominado estallido social generó una disminución muy importante en las ventas (...) que conllevó una disminución en los ingresos de royalties y un aumento de la incobrabilidad de las matrículas”, dijo la sociedad.
“En el año 2020 se inició con un repunte de ventas en los meses de enero y febrero; sin embargo, producto de la pandemia del Covid-19, declarada el día 18 de marzo de 2020, se cerraron todas las sedes y los niveles de venta en el período más importante del año para la empresa se derrumbaron”, añadió.
Dijo que con clases online se pudo seguir pagando las remuneraciones de algunos profesores, y personal de administración y ventas, pero no los arriendos de las sedes. Esta situación -reveló- dejó un pasivo de $ 1.043 millones y un patrimonio negativo de $ 626 millones.
Precisó que, a partir de noviembre pasado, la operación se limita a la explotación del contrato de royalties con las franquicias Emtiou y Bewell, generando una operación que se limita al pago de las remuneraciones corrientes.